MEDIOS COMO MEDIADORES DE
RECEPCIÓN
RESUMEN: Los
medios de comunicación cumplen una función muy importante, una de ellas es
la de servir como un medio para que las
audiencias comprendan los mensajes, entiendan el comportamiento de los mismos y
sobre todo comprender cuál es el concepto general de recepción.
PALABRAS CLAVES: Recepción
de medios, estudios de recepción, tecnologías de información, contenido.
DESARROLLO:
La investigación
de la recepción, entendida como un
esfuerzo multidisciplinario por comprender
de la manera más integral posible las múltiples interacciones y sus resultados, que se realizan entre segmentos de
audiencia siempre situados y referentes comunicacionales (formatos y contenidos
significantes), no solamente ha tenido un parto largo y difícil, sino que a lo largo de
su existencia (algo más de dos décadas) ha sufrido diversos “cambios” tanto
conceptuales como metodológicos y epistemológicos.
Se han requerido
muchos estudios concretos y considerable tiempo, así como una buena dosis de terquedad de sus
seguidores para que los así llamados análisis o
“estudios de recepción” (ER) se sacudieran la tutela teórica de otros
tipos de estudios y perspectivas de
investigación y lograran cierta legitimidad científica e ideológica entre la comunidad de los investigadores de la
comunicación y en general, entre los científicos sociales. No ha sido nada fácil,
tampoco, a lo largo de estos años romper
la inercia generalizada de que el polo
importante en la comunicación es el emisor, ni la idea convertida casi en dogma de facto, sobre todo
en América Latina, de que el contenido
(no las formas) es el mensaje!
Tanto entre la comunidad académica de la comunicación como entre la
gente común y corriente (miembros legos de la audiencia) el medio y el mensaje continúan siendo
prioritarios; siguen siendo los objetos a culpar o a admirar, o los objetos de premios
internacionales y los temas de debate grupal o
nacional. Es la oferta mediática,
no la demanda desde su audiencia, la que tercamente sigue predominando como foco de atención de
las políticas públicas culturales y de comunicación. Los procesos de interacción (recepción) con
los medios se han mantenido ausentes del interés público generalizado, como si
ellos correspondieran únicamente al ámbito privado de los sujetos sociales. El
mismo Martín-Barbero ya señalaba desde hace varios años, la reiterada ausencia
de políticas públicas que, por ejemplo, al abordar los medios y la cultura o la
educación, buscaran promover explícitamente
una revitalización de los lazos societales entre diversos segmentos de audiencia o apuntaran a una transformación de
las expectativas y usos sociales de las audiencias
en relación a los medios y tecnologías de información.
En un contexto
de mucha polémica y aun de pesimismo con respecto a la recepción y su análisis, mi intención en este
texto es exponer de manera concisa una interpretación sobre el sentido, los
alcances y límites de este esfuerzo de comprensión de los procesos
comunicacionales, y a la vez ponderar algunos elementos que considero contribuyen
a tener una mejor visión de lo que han sido, son y podrían ser los Estudios de Recepción.
Por otra parte,
los ER se enfrentaron de lleno a ese esfuerzo mercantil- cuantificante de los
estudios de “rating”. La pretensión de este tipo de estudios de conocer a las audiencias sólo a partir de sus
preferencias programáticas eclipsó el interés
mayor por una comprensión más integral de sus usos sociales y su producción
de sentido a partir de sus percepciones
e interacciones con los referentes mediáticos. En este terreno, los ER tuvieron que remontar esa
cuesta erigida con la visión reduccionista
del rating para incorporar preguntas y ámbitos de recepción diversos más allá de gustos y usos individuales de los
medios de comunicación.
Según C. Catalán
y G. Sunkel (1991), la historia de las investigaciones comunicológicas en
América Latina pasa por cuatro momentos fundamentales. Un primer momento, a
partir de los años cincuenta, marcado por las tendencias funcionalistas y la
orientación al estudio de los efectos, que venían de las psicologías
experimentales norteamericanas, y que aquí tomaron la forma principal de estudios
sobre la difusión de las innovaciones tecnológicas y de proyectos de
comunicación para el desarrollo.
En esta etapa se
desarrollaron también estudios cuantitativos de audiencias y de opinión
pública, realizados sobre todo en forma de investigaciones de ventas, a partir
de los intereses comerciales de los patrocinadores.
Un segundo
momento, que abarca desde finales de los sesenta hasta principios de los
ochenta, se caracteriza por el dominio de las mencionadas corrientes críticas.
En este período se comienza a rechazar el arsenal científico funcionalista
predominante y se adoptan nuevos modelos foráneos, principalmente el
estructuralismo francés.
La teoría
crítica estaba preocupada fundamentalmente por el carácter estructural de los
procesos, la trama mercantil de los medios y la dimensión ideológica de los
mensajes. Martín Barbero divide este momento en dos etapas. Una primera etapa
ideologista que "se produce a finales de los sesenta, cuando el modelo de
Lasswell, procedente de una epistemología psicológico-conductista es vertido en
el espacio teórico de la semiótica estructuralista, espacio a través del cual
se hace posible su ‘conversión’, esto es, su encuentro con la investigación
crítica. Llamo ideologista a esta etapa porque su objetivo estuvo centrado en
descubrir y denunciar, articulando aquellas matrices epistemológicas con una
posición de crítica política, las estratagemas mediante las cuales la ideología
dominante penetra el proceso de comunicación"
Hablando un poco
del contexto en el que gira los estudios de recepción, se debe de tener en
cuenta, diversas características elementales, por ejemplo, la cultura, la cual
influye en la realización de los contenidos, concibiéndose como un proceso
plural, inestable, ambiguo, conflictivo y complejo que se desarrolla en lo
cotidiano. Como alternativa para superar el enfoque que tiene a reducir la
comunicación de canales, códigos, mensajes e información. Entonces debemos de
entender que nos presentamos hacia públicos híbrido que tienen un sin número de
características y llegar hacia ellos va a ser un tanto difícil, es decir reunir
todo este tipo de condiciones sería muy complejo, pero para eso está el estudio
de recepción el cual busca saber compenetrar todas estas características. Ahora,
otras instituciones también pueden ser parte de la mediación, así colaboran con
la labor de los medios.
Conclusiones:
Los medios de
comunicación tienen una ardua labor al tratar de compenetrar todos estos
factores, emitidos por el estudio de recepción, gracias a las nuevas
tecnologías esta labor podría ser mucho más sencilla, la televisión, la radio,
el internet, colaboran en mayor medida a esta labor de estudios de recepción.
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Links:
REFERENCIAS:
Martín Barbero, Jesus: “Ensanchando territorios en comunicación-educación. En COMUNICACIÓN-EDUCACION, COORDEN11ADAS ABORDAJES Y TRAVESIAS . Uuniversidad Central, Bogota. Colombia. 2000.
Mario Wilton de Sousa. El libro está publicado por la editorial de ECA.U. de Sao Paulo, 1994