sábado, 12 de octubre de 2013

DEFINICIONES DE TÉRMINOS BÁSICOS

VARIABLE:

Espacios generados  más importantes para el desenvolvimiento del género femenino  en el periodismo deportivo.

1.-Discriminación Femenina:

1.- Se considera discriminación tanto a aquellas situaciones en que se encuentra una persona. La LOIMH, viene a reaccionar en la línea con lo anticipado ya en la jurisprudencia constitucional, contra los estereotipos de la condición femenina arraigados en ideas como la mayor debilidad o inferioridad física de la mujer, su mayor vocación u obligación hacia las tareas familiares, la presencia femenina activa en el trabajo la dependencia de las mujeres casadas respecto de sus maridos...

    - Álvarez del Cuvillo, Antonio; A. Dubin Kenneth; Campuzano Laguillo Ana Belén; Carrero Domínguez Carmen; García-Perrote Escartín Ignacio; Matorras Díaz-Caneja Ana. La Ley de Igualdad. Consecuencias prácticas en las Relaciones Laborales y en la Empresa. 1era Edición, Editorial Lex Nova, 2007 , pag. 31.

2.- La expresión "discriminación contra la mujer", de acuerdo con la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW7 por sus siglas en inglés), denota “toda distinción, diferenciación, exclusión o restricción basada en el sexo razones de género- que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce, ejercicio o derecho de las mujeres, independientemente de su estado civil, de disfrutar los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.8 Lo mismo que en la mayoría de las cuestiones sociales, en materia de género no hay una base igualitaria que sirva de punto de partida para acusar desigualdad o discriminación (como ocurre con despidos por maternidad, hostigamiento sexual en el trabajo, por ejemplo); en esta materia se parte del contraste entre la posición de sumisión, subordinada, de las mujeres y la de los hombres.
En el contexto social, la discriminación de género se da como resultado de una relación social; no ocurre individualmente, puesto que son necesarias representaciones de ambos sexos para que pueda darse esta situación: al menos una mujer y un varón.
La discriminación, por razones de género, constituye un acto o comportamiento que se ejerce de manera directa o indirecta; cuando se hace directamente es porque se trata a la persona de forma diferenciada, desfavorable, y por tanto injusta, por razón de su sexo. El sexo es, pues, el objeto de consideración directa para el acto de discriminación como se hace con la raza, la edad, la etnia, la discapacidad o la preferencia sexual o religiosa- que se utiliza para someter a las mujeres, subordinarlas o segregarlas, ignorando sus habilidades, talentos y capacidades individuales y, más aun, como se señaló, anulando o desconociendo sus derechos.
 
- López Barajas, María de la Paz. La Discriminación contra las mujeres: Una mirada desde las percepciones. Bogotá - Colombia En Revista del centro Andino de Altos Estudios CANDANE, V II, N° 2 Disponible en: http://www.dane.gov.co/revista_ib/html_r4/articulo6_r4.htm

3.- La discriminación contra las mujeres se dan en un contexto de desigualdad con respecto al grupo dominante que desde las concepciones patriarcales está constituido por los hombres, esta desigualdad favorece que sean ellos quienes la mayoría de las veces ostenta el poder el cual se expresa en la relación, dominación-obediencia. la discriminación de género es el ejercicio de discriminación que refleja el poder entre hombres u¿y mujeres. implica promover y validar la creencia de que una u otro es más que su contraparte, que hay un "arriba" y un "abajo", ya sean reales o simbólicos.
- Pérez Contreras, Maria de Monserrat, Discriminación de la mujer trabajadora. Fundamentos para la regulación del Hostigamiento Laboral en México. México: Editorial Porrúa, pag 42.

2.-Igualdad de Género
1.- Las desigualdades de género siguen presentes en nuestra sociedad y parecen heredarse de generación en generación. Se han dado pasos hacia la plena igualdad pero el camino que queda por recorrer aún es largo y difícil debido a que el alcanzar dicha igualdad depende a su vez de otros factores sociales, económicos y culturales.
La Constitución española de 1978, en su artículo 14, puso fin a la desigualdad de género igualando jurídicamente al hombre y a la mujer. Sin embargo, las desigualdades de género siguen patentes en nuestra sociedad debido a que ciertos estereotipos insisten en clasificar al hombre y a la mujer como dos seres desiguales en papeles, roles, características… La reivindicación por la igualdad de género ha puesto en el punto de mira el papel de la escuela como agente educador en valores. La escuela puede y debe erigirse como una de las principales entidades para encabezar la lucha por el cambio social.
Desde un punto de vista biológico si es posible distinguir entre dos sexos, pero cuando distinguimos entre ambos de forma psicosocial estamos cayendo en la discriminación por género. El género es únicamente una realidad cultural. Los objetos (silla, coche, libro…) tienen género femenino o masculino debido a una designación puramente sociocultural, que depende de la visión de cada sociedad. Lo grave es cuando también de manera sociocultural asignamos roles a las personas en razón de su género, y tachamos de “sentimental” a las mujeres y de “duros” a los hombres. Esto lleva a que las mujeres adopten un rol más sumiso y los hombres, desde niños, asuman un papel más inflexible, menos tierno y más violento, que incluso podría no corresponderse con su verdadera personalidad pero con la que estarían socialmente obligados a identificarse. Estamos, pues, alterando la personalidad de estas personas y su rol social.

  - Rodríguez Cobos, Eva María. La igualdad de género. EN Contribuciones a las Ciencias Sociales, Setiembre 2009. Disponible en: http://www.eumed.net/rev/cccss/06/emrc.htm

2.- La igualdad de género supone el pleno y universal derecho de hombres y mujeres al  disfrute de la ciudadanía, no solamente política sino también civil y social. Ello no significa  que mujeres y hombres deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres. El medio para lograr la igualdad es la equidad de género, entendida como la justicia en el tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades.

- Barreré Inzueta, Maria de los Ángeles y Campos, Arantza. Igualdad de oportunidades, Igualdad de género: Una relación al debate. Editorial Dykinson, Madrid 2005. pag 164.

3.- Situación en la que mujeres y hombres tienen iguales derechos y oportunidades de jure y de facto y participan por igual en todas las esferas de la vida pública y privada, libres para desarrollar sus capacidades y de tomar decisiones. El significado que la sociedad da a la diferencia entre mujeres y hombres. En la mayoría de las sociedades actuales, se trata de un sistema de relaciones de poder y de subordinación socialmente construidas que crea roles sexuales diferenciados y asigna tareas distintas para hombres y mujeres discriminatorias para la mujer.

 - Consejo de Europa, Mainstreaming de género. Marco conceptual, metodología y presentación de "buenas prácticas". Informe final de las actividades del Grupo de especialistas en mainstreaming (EG-S-MS), Instituto de la Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Serie documentos, número 28, Madrid, 1999, p. 26.

3.-Conflictos entre géneros

1.- Los conflictos de género se definen en función de las estructuras de discriminación que sostienen y perpetúan las desigualdades entre hombres y mujeres sobre la base de una estratificación en la cual las últimas ocupan una posición inferior (CIIIP-UPAZ, 2000). Así, es clave prestar atención sobre los procesos de exclusión y de desigual acceso a oportunidades enraizadas en la discriminación que implican consecuencias desfavorables hacia las mujeres y que impiden que éstas puedan participar en la vida económica, cultural y política en igualdad de condiciones.
A pesar de las diferentes medidas y acciones implementadas a nivel global, regional y nacional, en América Latina, las mujeres siguen sin compartir en pie de igualdad con los hombres las oportunidades ni los beneficios con lo que podemos hablar de una persistencia de desigualdades que determinan que las realizaciones no son las mismas para unos y otros.
La participación de la mujer en la vida social, económica y política se ha incrementado en las últimas décadas en la región. Así, es posible destacar el aumento en la esperanza de vida de las mujeres latinoamericanas, la mejora en sus niveles educativos, la tendencia a tener menos hijos y su mayor participación en la actividad económica (ver tabla 5). Uno de los aspectos más sobresalientes en los cambios de las sociedades latinoamericanas de las últimas décadas es la progresiva incorporación de las mujeres al mercado de trabajo. La proporción de mujeres que integran la población económicamente activa ha aumentado en forma sostenida, sobresaliendo su participación en las zonas urbanas (resultan claves el factor edad y educación – estudios técnicos y universitarios).
 - Del Álamo, Óscar. América Latina: una región en conflicto; prevención y resolución de conflictos. EN Futuros. El Caribe, 2005, Volumen 5 N° 10 (5/7)

2.- La percepción del empresariado sobre el desempeño laboral de los hombres y las mujeres —y, en especial, sobre sus supuestas diferencias de productividad y costos— incide de manera importante en las posibilidades de acceso al empleo de unos y otras, y en sus condiciones de trabajo. Y en el caso de las mujeres, esa percepción es, en muchos aspectos, poco favorable a su inserción laboral.En general los empresarios no cuentan con ningún sistema de medición de costos laborales desagregados por sexo (que pudiera sustentar en términos más objetivos tales opiniones); y todavía constituyen una minoría los que tienen sistemas más elaborados de evaluación del desempeño y la productividad de sus trabajadores y trabajadoras. La percepción empresarial sobre el desempeño laboral de hombres y mujeres, y las imágenes que se configuran a partir de esas percepciones, muchas veces se construyen por comparación, cuando no por oposición. Esto es, las mujeres son evaluadas a partir de criterios de “más” o “menos”, “con” o “sin” determinadas calidades y atributos: más o menos caras, más o menos productivas, más o menos eficientes, más o menos comprometidas con el trabajo, con o sin capacidad de mando y decisión

- Castillo, Juan José. “El absentismo laboral de la mujer: el fin de un mito”. En: Juan José Castillo. El trabajo del sociólogo. Editorial Complutense. Madrid. 1994.

3. Los econflictos existentes sobre los hombres y mujeres en el trabajo constituyen un actor importante en la persistencia y reproducción de las distintas formas de discriminación que afectan a las mujeres en América Latina. A pesar de la mejoría registrada en la región en una serie de indicadores relativos a la inserción laboral femenina, entre ellos la reducción de algunas de las brechas de equidad con relación a los hombres, dichos estereotipos, o imágenes de género, que en general tienden a desvalorizar a la mujer como trabajadora, continúan teniendo una presencia importante.  Entre los estereotipos de mayor incidencia y persistencia, resaltan aquel que sostiene que los costos asociados a la contratación femenina son superiores a los costos de la mano de obra masculina, a pesar de que sus remuneraciones son en promedio inferiores. Es muy común la idea de que las diferencias de remuneración de las mujeres respecto de los hombres serían el resultado de la necesidad de compensar los mayores costos que las empresas deberían enfrentar para contratarlas y que se originarían en normas protectoras especiales contempladas en la legislación laboral, referidas principalmente a la maternidad y al cuidado infantil (licencia maternidad, horario especial para la lactancia, protección contra el despido, disponibilidad de guarderías infantiles y permisos para el cuidado de los hijos enfermos). Otros problemas, relacionados con las responsabilidades domésticas y familiares, que todavía son asumidas casi exclusivamente por las mujeres, son considerados también factores adicionales de costos: entre ellos, una supuesta mayor tasa de ausentismo de la mujer y menor disponibilidad que el hombre para trabajar horas extras o en turnos, viajar o capacitarse.

Celade. América Latina: Población por años calendario y edades simples, 1995-2000, EN Boletín Demográfico Nº 66 (Santiago, CELADE). Disponible en: http://www.facso.uchile.cl/observa/dinamica%20demografica.pdf

4.-Techo de Cristal.

1.- El concepto de “techo de cristal” ha sido descrito recientemente por algunas estudiosas de la sociología y la economía referido al trabajo femenino, particularmente en los países anglosajones, que hacia mediados de los 80 del siglo pasado se preguntaron por qué las mujeres estaban sub-representadas en los puestos más altos de todas las jerarquías ocupacionales (Holloway, 1993; Davidson y Cooper, 1992; Morrison, 1992; Carr-Rufino, 1991; Lynn Martin,1991). Esta inquietud surgía al analizar la carrera laboral de mujeres que habían tenido altas calificaciones en sus trabajos gracias a su formación educativa de nivel superior. Sin embargo, su experiencia laboral indicaba que en determinado momento de sus carreras se encontraban con esa superficie superior invisible llamada “techo de cristal”, que les implicaba una detención en sus trabajos.

-          - Burin, Mabel, Las “fronteras de cristal” en la carrera laboral de las mujeres. Género, subjetividad y globalización. EN Anuario de Psicología. Uces Buenos Aires, 2008, V 39 N° 01(75-86) Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/anuariopsicologia/article/viewFile/99355/159762

2.- Se denomina así a una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.

-          - Burin, Mabel, Las “fronteras de cristal” en la carrera laboral de las mujeres. Género, subjetividad y globalización. EN Anuario de Psicología. Uces Buenos Aires, 2008, V 39 N° 01(80- 85). Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/anuariopsicologia/article/viewFile/99355/159762

3.- Un concepto que a nivel de estudios de género se ha acuñado es el de techo de cristal, el cual impide a las mujeres pasar a un nivel mayor, tiene que ver con fenómenos de las mismas empresas y con la repartición del poder: las mujeres ascienden hasta cierto nivel, pero de la subdirección no pasan, los directivos son hombres y esto tiene dos causas: que la propia empresa no les da responsabilidades mayores con el pretexto de ser más emocionales, o tienen hijos y anteponen la familia o el matrimonio o el hogar al trabajo”. La otra causa se puede adjudicar a que la mujer “vive con culpa porque descuida áreas que al hombre no le significan problemas como; si sus hijos se sienten abandonados y no hace la tarea con ellos, aunque tenga quien le resuelva el asunto (niñera, cocinera…) tiene la carga de no contribuir a la estabilidad emocional de los hijos, o descuida a la pareja o, incluso, que va a ganar más que el marido, preocupaciones que nunca pasan por los hombres.

- Azarte Campos, Fabiola Nayelly.
-          La mujer y el techo de Cristal. En Ciencia y Desarrollo. Conacyt , V20  N° 01(70-85)

5.- Oportunidades laborales para las mujeres.

La noción de “trabajo decente” expresa una de las más importantes aspiraciones de los trabajadores y trabajadoras en todo el mundo: contar con un empleo productivo, justamente remunerado y en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana. La OIT, señala que en el concepto de trabajo decente la palabra “trabajo” debe ser entendida en un sentido muy amplio, pues no sólo alude al trabajo dependiente o subordinado sino también, abarca el autoempleo, el trabajo a domicilio, el desarrollo de tareas domésticas –como la cocina o la limpieza-, y toda la gama de labores que se desarrollan en cualquier sector de actividad y también en la economía informal. En tanto, la palabra “decente” se refiere al cumplimiento de ciertos estándares que hacen que las personas se realicen dignamente mediante el trabajo y valoren positivamente su ocupación.
Generalmente, la valoración de un trabajo como decente se define a partir de cuatro dimensiones: i) el hecho mismo de que hayan empleos productivos y empresas sostenibles; ii) que en los empleos se respeten y apliquen los derechos fundamentales del trabajo y las normas laborales; iii) que se trabaje en condiciones seguras y con protección social; y, iv) que se acceda a mecanismos de representación y de diálogo.

-          Abramo, Laís; Valenzuela, Maria Elena; y Pollack, Molly. Equidad de género en el mundo del trabajo en América Latina: Avances y desafíos 5 años después de Beijing. OIT, Santiago, 2000.

2. La OIT considera que tener un empleo u ocupación productiva que permita satisfacer a las personas sus necesidades, así como realizar sus expectativas es uno de los componentes esenciales del concepto de trabajo decente, pues el desempleo, subempleo o la informalidad impiden que los trabajadores y trabajadoras satisfagan sus necesidades y expectativas profesionales. Ante esta evidencia, es indispensable que los gobiernos implementen políticas con las que aseguren empleos sostenibles, con ingresos suficientes y oportunidades de formación y desarrollo profesional.


-          Egger, Philippe y Sengenberger, Werner: Problemas y políticas del Trabajo Decente. Boletín OIT/ Cinterfor; N° 151. Montevideo, 2001; p. 58.


3. Las oportunidades laborales para las  mujeres enfrentan problemas particulares para acceder a un empleo y para mantenerlo. Entre muchas razones, la segregación ocupacional, la asunción exclusiva de las responsabilidades familiares y las limitadas oportunidades de formación profesional que tienen, colocan a las mujeres en un mayor grado de vulnerabilidad frente a los hombres, situación que muchas veces no es tomada en cuenta al momento de formular y aplicar una política activa de empleo, las cuales pueden —sin proponérselo—agudizar las desigualdades existentes y hacerlas más complejas de abordar posteriormente.

-          Chacón, Picado; Walter Mendoza De Souza y Fabián Durán Valverde. Viabilidad de las pensiones no contributivas en el Perú. Proyecciones demográficas y financieras. Lima: Oficina Subregional de la Oficina Internacional del Trabajo para los países andinos - Fondo de Población de las Naciones Unidas, Lima, 2006.

VARIABLE:

Inserción De Las Mujeres en el Periodismo Deportivo.

6.- Prejuicios.


1. En un sentido coloquial, un prejuicio es un juicio de previo, formulado antes del conocimiento adecuado o cabal de una cosa. Se supone que se trata de alguna idea, algún sentimiento o de alguna creencia que forma un juicio antes del juicio, es decir que determinan el juicio que se formulan. En la mayoría de los casos los prejuicios son advertidos por los juzgantes. Hans Georg Gadamer, máximo exponente de la filosofía hermenéutica define el prejuicio de este modo: “En sí mismo el prejuicio quiere decir un juicio que se forma antes de la validación definitiva de todos los momentos objetivamente determinantes.”

- Martínez, Julio L. Exclusión Social y Discapacidad: Genealogía del Prejuicio: Perspectiva filosófica. Editorial Gráfica Galán de Villa del Rio. Córdoba – España.  2da Edición. Pag 171.

2. Actitudes y opiniones, por lo regular negativas, respecto de los miembros de un grupo. Son  la evaluación de alguien basada únicamente en su  raza, sexo, religión o a que forma parte de otro grupo.

-         -  Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pag 194.

      3. Un prejuicio social es una predisposición negativa que una persona desarrolla hacia un grupo de individuos, producto de la aceptación sin evidencias de un estereotipo sobre ese grupo. Por ejemplo, el prejuicio de que "todos los judíos son avaros", que influirá en la conducta futura de su portador ante cada encuentro con un judío, del cual esperará avaricia. Estas predisposiciones, que albergamos consciente o inconscientemente, pueden tener su origen en una falacia de generalización, una información incompleta o sesgada o  presentar ciertas características de personas o grupos como esenciales, cuando en realidad son existenciales.

           -  Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pag 204.


7      7.- Periodismo Deportivo

1.       El periodismo deportivo, como clase de actividad que en los últimos años se ha convertido posiblemente, en el más atractivo de cuantos forman el espectro de la información periodística especializada, pero, incomprensiblemente, dejado de lado en los estudios que se imparten en la facultades y escuelas de Comunicación Social.

-         -  Eichberg, Hennings (1997) “Deporte, Cultura y Buenas Historias. La antigua resistencia de la sociedad civil”. Ponencia del Seminario Internacional de Prensa “Deporte, Medios y Sociedad Civil” Vingted, Dinamarca 1997.

 2.     Es el que recolecta información sobre los acontecimientos deportivos locales, nacionales y o internacionales; muestra las novedades que se relacionan con las diferentes disciplinas deportivas. El periodismo nos permite informar y el deporte necesita ser informado entre otras cosas porque éste, en sus diferentes manifestaciones, constituye un eficaz medio educativo que permite encausar no solamente aptitudes y habilidades, sino fundamentalmente importantes valores sociales de convivencia, solidaridad y san competencia. Esta forma de periodismo es especializado, referencia al periodismo deportivo es necesario tener una visión concerniente al deporte entendido. Como toda aquella actividad que se caracteriza por tener un conjunto de reglas asociadas a la competitividad, por lo general debe estar institucionalizado (federaciones, clubes) y requerir competición con uno mismo o con los demás.
El profesor Alcoba en su libro “Periodismo deportivo” habla de una serie de fases para explicar el desarrollo informativo del deporte. En una primera fase señala el descubrimiento, de forma casual, del juego. Esa primera persona al sentirse orgullosa de su descubrimiento decide trasladarlo a sus allegados, juego a la categoría de competición. En ese proceso primario se produce un tipo de comunicación atrayente para el clan y la tribu.

-         -  Barbero González, José Ignacio (1991) “Sociología del deporte. Configuración de un campo”. Revista de    Educación Nro. 295.

3. Según las definiciones de prensa y publicación periódica recogidas por Martínez de Sousa (1992) se entiende por prensa: “los periódicos impresos editados en un país, una ciudad..., publicados en series continuadas y bajo un mismo título, de periodicidad regular o irregular inferior a un año, ofrecidos al público (mediante venta o gratuitamente), con fecha y numeración de los ejemplares”. Sin embargo, se advierte y se es consciente de lo anticuado que puede resultar hoy hablar de los periódicos impresos sin mencionar la nueva concepción del relato periodístico. Un discurso con un nuevo foco de atención: el universo digital. Una imparable red de información cuyo principio básico es la inmediatez y la multidifusión. A nadie le extraña hoy hablar de periódicos digitales. Diferentes autores se centran en las definiciones de prensa especializada y periodismo especializado (Martínez Albertos, 1983; Paniagua, 2003; Fernández del Moral, 2004; Esteve y Fernández del Moral, 2007). Sin embargo, los periódicos deportivos se consideran prensa especializada pero dirigida a un público generalista. Para Antonio Alcoba (2005:157):
 La prensa específicamente deportiva debe competir con los diarios de información general, la radio y la televisión, conociendo sus limitaciones para enfrentarse, como negocio, a los restantes medios de comunicación. La prensa de información general ofrece tratamientos de todos los temas, incluido el deporte, y por esta característica posee una gran ventaja: el interés de los clientes, traducido en más venta y mayor atractivo para la publicidad.

-          ALCOBA, A. (1999). La prensa deportiva: tratamiento inédito sobre el género específico del

deporte, y cómo hacer una publicación deportiva ideal. Madrid: Instituto Universitario Olímpico de Ciencias del Deporte.

8.-         Libertad de Expresión

1. La UNESCO promueve la libertad de expresión y la libertad de prensa como derechos humanos fundamentales, mediante actividades de sensibilización y seguimiento. Fomenta asimismo la independencia y el pluralismo de los medios, como condiciones indispensables y factores básicos de la democratización, prestando servicios de asesoramiento sobre la legislación de los medios y creando conciencia entre los gobiernos, los parlamentarios y otros encargados de la toma de decisiones.

- Unesco. Libertad de Expresión. EN Comunicación e Información. Disponible en: http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/freedom-of-expression/

2. Los fundamentos de la libertad de expresión han sido elaborados desde diversas perspectivas y enfoques, que resaltan la importancia de la difusión de ideas e informaciones para el desarrollo del ser humano y su autonomía individual, el fortalecimiento de la democracia, la formación de una opinión pública libre, la garantía de otros derechos fundamentales, como el derecho a la igualdad, y la creación de un libre mercado de ideas. Las obras Areopagítica de John Milton (1644)1 y Sobre la libertad de John Stuart Mill (1859)2, constituyen dos importantes antecedentes históricos relacionados con los fundamentos de la libertad de expresión. Aunque se encuentran separadas por cerca de doscientos años, ambas demuestran un nivel de consenso permanente en el tiempo en torno a los fundamentos de este derecho fundamental.

-          Eguiguren Praeli, Francisco. La libertad de expresión e información y el derecho a la intimidad personal. Su desarrollo actual y sus conflictos. Lima: Palestra.2004.

3.    La libertad de expresión ha sido reconocida como un derecho fundamental, es decir, como un derecho esencial para el desarrollo del ser humano como tal y en colectividad. En atención a esta característica, se han desarrollado a su favor un conjunto de medidas orientadas a su respeto y garantía, como su reconocimiento en los textos constitucionales, su reconocimiento en los instrumentos internacionales de derechos humanos, el cumplimiento de determinadas obligaciones específicas por parte del Estado, así como el establecimiento de mecanismos que permitan su protección judicial rápida y efectiva.

-          Gavara de Cara, Juan Carlos Derechos fundamental y desarrollo legislativo: la garantía del contenido esencial delos derechos fundamentales en la Ley Fundamental de Bonn. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.
       
    9 Estereotipos.

       1. Un estereotipo es una imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad, que presenta un carácter inmutable. En sus orígenes, la palabra nombraba a una impresión tomada de un molde de plomo que se utilizaba en la imprenta en lugar del tipo original. Esta aplicación terminó convirtiéndose en una metáfora respecto a un conjunto de ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro sin cambios.
       
      -          Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pad 194.
             
       2- Los estereotipos son creencias mantenidas de individuos o grupos sobre grupos o individuos, creadas y compartidas. Generalizaciones inexactas y mantenidas sin una base adecuada. Formas erróneas de pensamiento que no coinciden con la realidad.
      Es también la tendencia a atribuir características generalizadas y simplificadas a grupos de personas en forma de etiquetas verbales. Los estereotipos se consideran el componente cognitivo de una actitud particular y se elaboran a partir de mecanismos cognitivos que simplifican la realidad, por razones de economía del esfuerzo mental y por ello presentan el peligro de la distorsión. El estereotipo como creencia puede llevar al prejuicio como actitud y puede producir discriminación como comportamiento.

-         -Vinacke, W. E. (1949). The judgment of facial expressions by three national-racial groups in Hawaii: I. Caucasian faces. Journal of Personality, 17, 407–429.
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      3.       Estereotipo es el conjunto de creencias mantenidas por un individuo en relación con un grupo social.
Atendiendo a los puntos de desacuerdo más frecuentes con esta definición destacan:
- ver los estereotipos como algo negativo o erróneo.
- si debe incluir en la definición el carácter compartido.
- características o rasgos que se incluyen en el estereotipo.
Ashmore y boca (1981), indican que en lo que sí están de acuerdo los diversos autores es en considerar que los estereotipos son constructos cognitivos que hacen referencia a los atributos personales de un grupo social y en que, aunque éstos sean más frecuentemente rasgos de personalidad, no son, desde luego, los únicos.

 - Ashmore, R.D. y Del Boca, F.K. (1981). Conceptual approaches to stereotypes and stereotyìng. En Hamilton, D.L. (ed.), Cognitive processes in stereotyping and intergroup behavior, Hillsdale, NJ: Erlbaum. 
               
10.- Lenguaje del Periodismo Deportivo.

1. El redactor deportivo dispone de una relativa libertad para la elección de su vocabulario y el uso de figuras literarias o metáforas, como el crítico teatral o musical. Pero su obligación es dejarse entender ante todo por sus lectores, como cualquier buen periodista. Algunas razones principales que otorgan esa libertad al periodista deportivo son: El factor conflictivo, que es un elemento básico en toda competición deportiva, requiere de un vocabulario activo y dinámico: Cada uno de los lectores del redactor deportivo, fanático o no, se sienten tan familiarizados con el deporte como con la jerga de esta especialidad, lo que permite su frecuente uso. A diferencia de otros redactores que sólo pueden escribir un tema de su especialidad cuando ocurre un hecho concreto, el redactor deportivo debe entregar todos los días cuando menos, un texto, haya o no algún hecho o actividad deportiva, lo que le otorga una mayor apertura para su creatividad. Cuando se debe publicar en una misma página las referencias de varias contiendas deportivas, resultaría tedioso que todos los textos fueran similares. Peor aún, con la creciente competencia de otros medios impresos involucrados en el mismo problema. Los diarios, en particular, tiene la inevitable necesidad de enfocar, tratar y profundizar los temas deportivos ya difundidos el día anterior por la radio y televisión, de una manera más original. Pero estas razones tampoco otorgan, insistimos, facultad al periodista deportivo para el uso de un lenguaje retorcido o excesivamente especializados. El público siempre preferiría aquello que pueda leer de buen gusto pero de una manera fácil, rápida y comprensible sin llegar a la vulgaridad.

- Quiroga, Sergio Ricardo (1998) “Medios y Educación en el Deporte para Todos” Ponencia (España) Noviembre de 1998. CD BOOKS Marzo 1999.

2. El lenguaje que se emplea en el periodismo deportivo llega a ser muy diverso. Tenemos que hacer llegar a nuestros oyentes todo aquello que no pueden ver y nuestras voces serán sus ojos, de este modo, el vocabulario que se debe poseer debe ser amplio, rico y dinámico, para que todos puedan llegar a entender lo que queremos hacer sentirles. De este modo podremos capta y atraer a todo tipo de fieles y ganar audiencia, que es lo que de verdad importa.
El empleo de extranjerismos, tecnicismos, buscan sinónimos para romper con la monotonía. Se generan expresiones para todos los gustos sociales.
Lo más importante es captar la atención. Su finalidad es conseguir informar, formar y entretener.
Este lenguaje ha sufrido muchas adversidades y acusaciones de no poseer un vocabulario correcto y no seguir las normas que se reflejan en el diccionario.
Pero los tiempos han cambiado. El periodismo deportivo ha sido introducido en las universidades de este modo podremos obtener un manejo del lenguaje deportivo.
Aún así, se le acusa de subjetividad, opinión, extranjerismos, entre otras.

- Néstor Hernández, Alonso. El Mundo Deportivo: Libro de estilo de El Mundo Deportivo.Editorial Visión. Barcelona 1995. pag 64.

3. El lenguaje, como herramienta versátil que permite la comunicación entre los hablantes, nos muestra su gran variedad y adaptabilidad a registros, situaciones y condiciones del emisor y el receptor. La suma de estos factores modifica el lenguaje que, gracias a su ductilidad, cumple su función y además cambia camaleónicamente según las circunstancias, mostrándonos multitud de rasgos y características. Cada campo profesional o del saber se caracteriza por un uso propio y particular del lenguaje. En este artículo hablaremos sobre el lenguaje del periodismo deportivo en España, un ámbito extenso pero concreto y cuyos rasgos lingüísticos son a menudo objeto de estudio por parte de especialistas.
El lenguaje utilizado en el periodismo deportivo puede ser considerado una jerga; sin embargo, a diferencia de la mayoría de jergas, no es su intención en absoluto ser incompresible para el receptor, sino todo lo contrario: aunque este lenguaje pueda parecer ser críptico para el receptor no avezado, su intención es que sea comprendido de forma perfecta. A pesar de ello, dentro del lenguaje periodístico deportivo encontramos rasgos semánticos o retóricos cuya comprensión es más fácil, mientras que la de otros es más complicada. Si analizamos a grandes rasgos el léxico del lenguaje periodístico deportivo, encontramos multitud de expresiones relacionadas con dos grandes ámbitos: el ámbito épico-bélico y el ámbito lírico.
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Pinasco, I. y Casareto, E. “Futbol como agente de desarrollo”. En ¿Por qué
amamos el futbol? Un enfoque de política pública. México, 2008. Editorial Miguel Ángel Porrúa.