sábado, 6 de octubre de 2012

MEDIOS COMO MEDIADORES DE RECEPCIÓN


MEDIOS COMO MEDIADORES DE RECEPCIÓN



RESUMEN: Los medios de comunicación cumplen una función muy importante, una de ellas es la  de servir como un medio para que las audiencias comprendan los mensajes, entiendan el comportamiento de los mismos y sobre todo comprender cuál es el concepto general de recepción.
PALABRAS CLAVES: Recepción de medios, estudios de recepción, tecnologías de información, contenido.
DESARROLLO:
La investigación de la recepción, entendida como un  esfuerzo multidisciplinario por  comprender de la manera más integral posible las múltiples interacciones y sus  resultados, que se realizan entre segmentos de audiencia siempre situados y referentes comunicacionales (formatos y contenidos significantes), no solamente ha tenido un  parto largo y difícil, sino que a lo largo de su existencia (algo más de dos décadas) ha sufrido diversos “cambios” tanto conceptuales como metodológicos y epistemológicos.
Se han requerido muchos estudios concretos y considerable tiempo, así como  una buena dosis de terquedad de sus seguidores para que los así llamados análisis o  “estudios de recepción” (ER) se sacudieran la tutela teórica de otros tipos de estudios y  perspectivas de investigación y lograran cierta legitimidad científica e ideológica entre  la comunidad de los investigadores de la comunicación  y  en general, entre los  científicos sociales. No ha sido nada fácil, tampoco,  a lo largo de estos años romper la inercia  generalizada de que el polo importante en la comunicación es el emisor, ni la idea  convertida casi en dogma de facto, sobre todo en América Latina, de que el contenido     (no las formas) es el mensaje!  Tanto entre la comunidad académica de la comunicación como entre la gente común y corriente (miembros legos de la audiencia)  el medio y el mensaje continúan siendo prioritarios; siguen siendo los objetos a culpar  o a admirar, o los objetos de premios internacionales y los temas de debate grupal o  nacional.  Es la oferta mediática, no la demanda desde su audiencia, la que tercamente  sigue predominando como foco de atención de las políticas públicas culturales y de  comunicación.  Los procesos de interacción (recepción) con los medios se han mantenido ausentes del interés público generalizado, como si ellos correspondieran únicamente al ámbito privado de los sujetos sociales. El mismo Martín-Barbero ya señalaba desde hace varios años, la reiterada ausencia de políticas públicas que, por ejemplo, al abordar los medios y la cultura o la educación, buscaran promover  explícitamente una revitalización de los lazos societales entre diversos segmentos de  audiencia o apuntaran a una transformación de las expectativas y usos sociales de las  audiencias en relación a los medios y tecnologías de información. 
En un contexto de mucha polémica y aun de pesimismo con respecto a la  recepción y su análisis, mi intención en este texto es exponer de manera concisa una interpretación sobre el sentido, los alcances y límites de este esfuerzo de comprensión de los procesos comunicacionales, y a la vez ponderar algunos elementos que considero contribuyen a tener una mejor visión de lo que han sido, son y podrían ser los Estudios de Recepción. 
Por otra parte, los ER se enfrentaron de lleno a ese esfuerzo mercantil- cuantificante de los estudios de “rating”. La pretensión de este tipo de estudios de  conocer a las audiencias sólo a partir de sus preferencias programáticas eclipsó el  interés mayor por una comprensión más integral de sus usos sociales y su producción de  sentido a partir de sus percepciones e interacciones con los referentes mediáticos. En  este terreno, los ER tuvieron que remontar esa cuesta erigida con la visión  reduccionista del rating para incorporar preguntas y ámbitos de recepción diversos más  allá de gustos y usos individuales de los medios de comunicación. 
Según C. Catalán y G. Sunkel (1991), la historia de las investigaciones comunicológicas en América Latina pasa por cuatro momentos fundamentales. Un primer momento, a partir de los años cincuenta, marcado por las tendencias funcionalistas y la orientación al estudio de los efectos, que venían de las psicologías experimentales norteamericanas, y que aquí tomaron la forma principal de estudios sobre la difusión de las innovaciones tecnológicas y de proyectos de comunicación para el desarrollo.
En esta etapa se desarrollaron también estudios cuantitativos de audiencias y de opinión pública, realizados sobre todo en forma de investigaciones de ventas, a partir de los intereses comerciales de los patrocinadores.
Un segundo momento, que abarca desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, se caracteriza por el dominio de las mencionadas corrientes críticas. En este período se comienza a rechazar el arsenal científico funcionalista predominante y se adoptan nuevos modelos foráneos, principalmente el estructuralismo francés.
La teoría crítica estaba preocupada fundamentalmente por el carácter estructural de los procesos, la trama mercantil de los medios y la dimensión ideológica de los mensajes. Martín Barbero divide este momento en dos etapas. Una primera etapa ideologista que "se produce a finales de los sesenta, cuando el modelo de Lasswell, procedente de una epistemología psicológico-conductista es vertido en el espacio teórico de la semiótica estructuralista, espacio a través del cual se hace posible su ‘conversión’, esto es, su encuentro con la investigación crítica. Llamo ideologista a esta etapa porque su objetivo estuvo centrado en descubrir y denunciar, articulando aquellas matrices epistemológicas con una posición de crítica política, las estratagemas mediante las cuales la ideología dominante penetra el proceso de comunicación"
Hablando un poco del contexto en el que gira los estudios de recepción, se debe de tener en cuenta, diversas características elementales, por ejemplo, la cultura, la cual influye en la realización de los contenidos, concibiéndose como un proceso plural, inestable, ambiguo, conflictivo y complejo que se desarrolla en lo cotidiano. Como alternativa para superar el enfoque que tiene a reducir la comunicación de canales, códigos, mensajes e información. Entonces debemos de entender que nos presentamos hacia públicos híbrido que tienen un sin número de características y llegar hacia ellos va a ser un tanto difícil, es decir reunir todo este tipo de condiciones sería muy complejo, pero para eso está el estudio de recepción el cual busca saber compenetrar todas estas características. Ahora, otras instituciones también pueden ser parte de la mediación, así colaboran con la labor de los medios.
Conclusiones:
Los medios de comunicación tienen una ardua labor al tratar de compenetrar todos estos factores, emitidos por el estudio de recepción, gracias a las nuevas tecnologías esta labor podría ser mucho más sencilla, la televisión, la radio, el internet, colaboran en mayor medida a esta labor de estudios de recepción.

Audio:
Elar Sirlopú Peña:
Director de Exitosa Noticias





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Links:



REFERENCIAS:

Martín Barbero, Jesus: “Ensanchando territorios en comunicación-educación.  En COMUNICACIÓN-EDUCACION, COORDEN11ADAS ABORDAJES Y TRAVESIAS . Uuniversidad  Central, Bogota. Colombia. 2000.

 Mario Wilton de Sousa. El libro está publicado por la editorial de ECA.U. de Sao Paulo, 1994 


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Preferencias Cuantificadas, Audiencias Contabilizadas

Preferencias Cuantificadas, Audiencias Contabilizadas

Resumen: Este artículo nos dará a conocer acerca de la medición de audiencias, tanto en la radio, televisión, internet, etc.
Los medios de comunicación buscan de sobremanera captar audiencias. Para ello se realizan una serie de estudios que nos permiten obtener estos resultados, y así puede el medio de comunicación saber si su medio es o no uno de los preferidos de la población.

PALABRAS CLAVES: Medición de audiencias, muestra, recopilación de datos.

DESARROLLO:

A lo largo de los años los medios de comunicación se han visto involucrados en una guerra de empoderamiento, saber qué emisora, canal de televisión, página web, etc, son los más escuchados, y eso los conlleva a un largo proceso que al final de todo demuestra si la audiencia gusta o no de ellos. Pero hay que tener en cuenta que no sólo se preocupan por su empoderamiento, sino también -aunque es poco común por algunos medios- conocer acerca de los gustos y preferencias de sus audiencias, conocer, si las audiencias están satisfechas con lo que se les brinda, si éstas necesitan algo más de lo que se les ofrece, o si definitivamente ven, escuchan o ingresan a ese medio por necesidad, costumbre o porque es más accesible que los demás. Para esto, se emplean una serie de técnicas y/o sistemas que ayudan a conocer con mayor precisión lo que estamos buscando.
La medición de audiencias son los que han aportando en gran medida a la realización de estos largos procesos de recolección de datos, para el inicio de éste, y el conocimiento sobre estos datos como final de dicho proceso. En sus inicios, se usaba el audímetro, cuya función era medir el consumo de radio. Posteriormente se fueron implantando nuevas formas de obtener resultado sobre audiencias, en la radio por ejemplo, se hacía uso de las entrevistas, se les preguntaba a las personas oyentes sobre su preferencias, si les agradaba la radio, etc, y poco a poco se fueron implementando también nuevas preguntas, esto debido  la mayor participación de las mismas, ya no sólo se preguntaba; ¿Te gusta la Radio X?, sino también sobre su programación y algunos factores que ellos creen que podría hacer para que la radio mejore su calidad y logra así mayor acogida en las audiencias. Pero cuáles son los objetivos básicos de la medición de audiencias, para Carlos Lamas Alonso, la medición de las audiencias  se justifica en base a dos objetivos. El primero seria cubrir las necesidades de la industria publicitaria, que necesita contar con una moneda para regular la compraventa de los espacios publicitarios. Este objetivo es el que históricamente ha propiciado el inicio de las operaciones de medición en los diferentes países y el que fundamentalmente genera los fondos necesarios para costear estudios. Esta perspectiva de interés publicitario ha condicionado algunas de las características básicas de los estudios de audiencia existentes hoy. Y un segundo uso, esencialmente por parte de los medios, que enfoca la información hacia el propio marketing del medio y la confección y programación de los contenidos editoriales. El autor nos manifiesta que para medir audiencias se puede partir de dos objetivos, el meramente publicitario y el segundo de preferencias, en éste último, el de preferencias, es en el que los medios de comunicación inciden más. Y no sólo para conocer sobre los gustos de los públicos, sino también para saber sobre qué cosas los medios podrían mejorar.


Pero ¿cómo es este proceso?, primero, se debe de obtener una muestra; se trata de localizar y convencer a un conjunto de hogares para que cooperen con el sistema; luego La muestra debe ser representativa. Es decir si en la población total de un país los que viven en la capital son el 20 por ciento, en nuestra muestra los de la capital serán también un 20 por ciento. Seguidamente Se realiza una encuesta para obtener los datos demográficos de las familias que participan en la muestra. Datos como edad, sexo, nivel de renta, número de hijos, profesión, equipamiento del hogar y otros datos sociales y de consumo y finalmente se analizan estas respuestas para saber cuáles son los resultados.

Así obtendremos resultados sobre, por ejemplo la programación, si llega a los oyentes o si les es indiferente, “De la capacidad y talento para producir programación depende en gran medida la posibilidad de comercialización de una emisora, así como la capacidad para poner en marcha planes y programas de ventas, bien dirigidos, para alcanzar el éxito económico y social previsto. Son, pues, dos cosas distintas pero no distantes. Pero falta agregar a ellos, un elemento más que sirve como generador de información y permite la toma de decisiones adecuadas: la investigación. Esta es el instrumento que tiene la función de permear ambas actividades, es decir, la evaluación de la cantidad y calidad de los radioescuchas y de la productividad del medio". 

Con este argumento se justifica la necesidad de que se involucre la investigación al quehacer radiofónico. Esta inserción de la investigación puede hacerse de dos maneras:
  1. A través de prácticas de investigación cotidianas, las cuales coadyuvarían a organizar y mantener registradas ciertas informaciones vitales para la gerencia de producción y programación de una radio, tales como: número de llamadas telefónicas, tipos de participaciones, solicitud de temas y tendencias de las preferencias musicales, estudios de opinión sobre diversos temas de interés público, análisis de fuentes de información, indagación sobre las estrategias comerciales, etc.;
  2. A través de estudios más extensos y complejos, que recogen información general sobre audiencia y el escenario radiofónico, o que profundizan en los modelos gerenciales de la conducción de distintas radios. En esta línea encontramos técnicas que exigen la participación de expertos en el diseño y ejecución de investigaciones como los sondeos de audiencia, estudios cualitativos de recepción de radio, análisis de discurso, entrevistas a profundidad, historias de vida, etc. Estudios estos que van más allá de lo que actualmente ofrecen algunas empresas dedicadas a la medición de raiting.
Con esto nos referimos definitivamente al tipo de programación que hagamos, es decir, si la programación es realmente buena, el medio en el cual se ofrece va a captar en mayor medida audiencias, y si no es así, pues la empresa terminará por cerrar, o acoplarse a lo que usualmente se escucha, rehaciendo una nueva programación.
-           En conclusión:
·        -       Los estudios de audiencias son realmente importantes porque brindan, primero, gustos y preferencia de los oyentes, con eso no quiero decir que se les dará al oyente lo que quiere escuchar, sino que esto nos servirá de base para llegar a más públicos.
·      -        Estos estudios también nos brindan información sobre nuestro propia programación, es decir; nos manifestará el porqué el medio en el cual trabajamos no es escuchado, quizá porque se sientan no identificados, no llegan a tocar temas de su importancia o por sendas razones, entonces eso va a permitir, hacer una re-estructuración de la programación, con el fin de esperar respuestas positivas de los públicos.

Audio:


Elar Matín Sirlopú Peña: Director periodístico en Exitosa Noticias, de Exitosa Radio y Televisión






Links:



Referencias Bibliográficas:

- FIGUEROA, Romeo: "¡Qué onda con la radio!". Alhambra Mexicana. México, 1997. pp. 536. Segunda reimpresión.

- MATA, María Cristina: "Investigación radiofónica. De las palabras a los hechos". UNDA-AL. Quito, 1995. pp. 206.

ORTIZ, Miguel Ángel y MARCHAMALO, Jesús: "Técnicas de comunicación en radio". Paidós. Barcelona, 1994. pp. 157.

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