VARIABLE:
Espacios generados
más importantes para el desenvolvimiento del género femenino en el periodismo deportivo.
1.-Discriminación
Femenina:
1.- Se considera discriminación tanto a aquellas situaciones
en que se encuentra una persona. La LOIMH, viene a reaccionar en la línea con
lo anticipado ya en la jurisprudencia constitucional, contra los estereotipos
de la condición femenina arraigados en ideas como la mayor debilidad o
inferioridad física de la mujer, su mayor vocación u obligación hacia las
tareas familiares, la presencia femenina activa en el trabajo la dependencia de
las mujeres casadas respecto de sus maridos...
- Álvarez del
Cuvillo, Antonio; A. Dubin Kenneth; Campuzano Laguillo Ana Belén; Carrero
Domínguez Carmen; García-Perrote Escartín Ignacio; Matorras Díaz-Caneja Ana. La
Ley de Igualdad. Consecuencias prácticas en las Relaciones Laborales y en la
Empresa. 1era Edición, Editorial Lex Nova, 2007 , pag. 31.
2.- La expresión "discriminación contra la mujer",
de acuerdo con la Convención para la Eliminación de todas las formas de
Discriminación Contra la Mujer (CEDAW7 por sus siglas en inglés), denota “toda
distinción, diferenciación, exclusión o restricción basada en el sexo razones
de género- que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce, ejercicio o derecho de las mujeres, independientemente de
su estado civil, de disfrutar los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en
cualquier otra esfera”.8 Lo mismo que en la mayoría de las cuestiones sociales,
en materia de género no hay una base igualitaria que sirva de punto de partida
para acusar desigualdad o discriminación (como ocurre con despidos por
maternidad, hostigamiento sexual en el trabajo, por ejemplo); en esta materia
se parte del contraste entre la posición de sumisión, subordinada, de las
mujeres y la de los hombres.
En el contexto social, la discriminación de género se da
como resultado de una relación social; no ocurre individualmente, puesto que
son necesarias representaciones de ambos sexos para que pueda darse esta situación:
al menos una mujer y un varón.
La discriminación, por razones de género, constituye un acto
o comportamiento que se ejerce de manera directa o indirecta; cuando se hace
directamente es porque se trata a la persona de forma diferenciada,
desfavorable, y por tanto injusta, por razón de su sexo. El sexo es, pues, el
objeto de consideración directa para el acto de discriminación como se hace con
la raza, la edad, la etnia, la discapacidad o la preferencia sexual o
religiosa- que se utiliza para someter a las mujeres, subordinarlas o
segregarlas, ignorando sus habilidades, talentos y capacidades individuales y,
más aun, como se señaló, anulando o desconociendo sus derechos.
- López Barajas, María de la Paz. La Discriminación contra
las mujeres: Una mirada desde las percepciones. Bogotá - Colombia En Revista
del centro Andino de Altos Estudios CANDANE, V II, N° 2 Disponible en: http://www.dane.gov.co/revista_ib/html_r4/articulo6_r4.htm
3.- La discriminación contra las mujeres se dan en un
contexto de desigualdad con respecto al grupo dominante que desde las
concepciones patriarcales está constituido por los hombres, esta desigualdad
favorece que sean ellos quienes la mayoría de las veces ostenta el poder el
cual se expresa en la relación, dominación-obediencia. la discriminación de
género es el ejercicio de discriminación que refleja el poder entre hombres u¿y
mujeres. implica promover y validar la creencia de que una u otro es más que su
contraparte, que hay un "arriba" y un "abajo", ya sean
reales o simbólicos.
- Pérez Contreras, Maria de Monserrat, Discriminación de la
mujer trabajadora. Fundamentos para la regulación del Hostigamiento Laboral en
México. México: Editorial Porrúa, pag 42.
2.-Igualdad de Género
1.- Las desigualdades de género siguen presentes en nuestra
sociedad y parecen heredarse de generación en generación. Se han dado pasos
hacia la plena igualdad pero el camino que queda por recorrer aún es largo y
difícil debido a que el alcanzar dicha igualdad depende a su vez de otros
factores sociales, económicos y culturales.
La Constitución española de 1978, en su artículo 14, puso
fin a la desigualdad de género igualando jurídicamente al hombre y a la mujer.
Sin embargo, las desigualdades de género siguen patentes en nuestra sociedad
debido a que ciertos estereotipos insisten en clasificar al hombre y a la mujer
como dos seres desiguales en papeles, roles, características… La reivindicación
por la igualdad de género ha puesto en el punto de mira el papel de la escuela
como agente educador en valores. La escuela puede y debe erigirse como una de
las principales entidades para encabezar la lucha por el cambio social.
Desde un punto de vista biológico si es posible distinguir
entre dos sexos, pero cuando distinguimos entre ambos de forma psicosocial estamos
cayendo en la discriminación por género. El género es únicamente una realidad
cultural. Los objetos (silla, coche, libro…) tienen género femenino o masculino
debido a una designación puramente sociocultural, que depende de la visión de
cada sociedad. Lo grave es cuando también de manera sociocultural asignamos
roles a las personas en razón de su género, y tachamos de “sentimental” a las
mujeres y de “duros” a los hombres. Esto lleva a que las mujeres adopten un rol
más sumiso y los hombres, desde niños, asuman un papel más inflexible, menos
tierno y más violento, que incluso podría no corresponderse con su verdadera
personalidad pero con la que estarían socialmente obligados a identificarse.
Estamos, pues, alterando la personalidad de estas personas y su rol social.
- Rodríguez Cobos,
Eva María. La igualdad de género. EN Contribuciones a las Ciencias Sociales,
Setiembre 2009. Disponible en: http://www.eumed.net/rev/cccss/06/emrc.htm
2.- La igualdad de género supone el pleno y universal
derecho de hombres y mujeres al disfrute
de la ciudadanía, no solamente política sino también civil y social. Ello no
significa que mujeres y hombres deban
convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y
oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres. El medio para
lograr la igualdad es la equidad de género, entendida como la justicia en el
tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades.
- Barreré Inzueta, Maria de los Ángeles y Campos, Arantza.
Igualdad de oportunidades, Igualdad de género: Una relación al debate.
Editorial Dykinson, Madrid 2005. pag 164.
3.- Situación en la que mujeres y hombres tienen iguales
derechos y oportunidades de jure y de facto y participan por igual en todas las
esferas de la vida pública y privada, libres para desarrollar sus capacidades y
de tomar decisiones. El significado que la sociedad da a la diferencia entre
mujeres y hombres. En la mayoría de las sociedades actuales, se trata de un
sistema de relaciones de poder y de subordinación socialmente construidas que
crea roles sexuales diferenciados y asigna tareas distintas para hombres y
mujeres discriminatorias para la mujer.
- Consejo de Europa,
Mainstreaming de género. Marco conceptual, metodología y presentación de
"buenas prácticas". Informe final de las actividades del Grupo de
especialistas en mainstreaming (EG-S-MS), Instituto de la Mujer, Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, Serie documentos, número 28, Madrid, 1999, p. 26.
3.-Conflictos entre
géneros
1.- Los conflictos de género se definen en función de las
estructuras de discriminación que sostienen y perpetúan las desigualdades entre
hombres y mujeres sobre la base de una estratificación en la cual las últimas
ocupan una posición inferior (CIIIP-UPAZ, 2000). Así, es clave prestar atención
sobre los procesos de exclusión y de desigual acceso a oportunidades enraizadas
en la discriminación que implican consecuencias desfavorables hacia las mujeres
y que impiden que éstas puedan participar en la vida económica, cultural y
política en igualdad de condiciones.
A pesar de las diferentes medidas y acciones implementadas a
nivel global, regional y nacional, en América Latina, las mujeres siguen sin
compartir en pie de igualdad con los hombres las oportunidades ni los
beneficios con lo que podemos hablar de una persistencia de desigualdades que
determinan que las realizaciones no son las mismas para unos y otros.
La participación de la mujer en la vida social, económica y
política se ha incrementado en las últimas décadas en la región. Así, es
posible destacar el aumento en la esperanza de vida de las mujeres
latinoamericanas, la mejora en sus niveles educativos, la tendencia a tener
menos hijos y su mayor participación en la actividad económica (ver tabla 5).
Uno de los aspectos más sobresalientes en los cambios de las sociedades
latinoamericanas de las últimas décadas es la progresiva incorporación de las
mujeres al mercado de trabajo. La proporción de mujeres que integran la
población económicamente activa ha aumentado en forma sostenida, sobresaliendo
su participación en las zonas urbanas (resultan claves el factor edad y
educación – estudios técnicos y universitarios).
- Del Álamo, Óscar.
América Latina: una región en conflicto; prevención y resolución de conflictos.
EN Futuros. El Caribe, 2005, Volumen 5 N° 10 (5/7)
2.- La percepción del empresariado sobre el desempeño laboral de los hombres y las mujeres —y, en especial, sobre sus supuestas diferencias de productividad y costos— incide de manera importante en las posibilidades de acceso al empleo de unos y otras, y en sus condiciones de trabajo. Y en el caso de las mujeres, esa percepción es, en muchos aspectos, poco favorable a su inserción laboral.En general los empresarios no cuentan con ningún sistema de medición de costos laborales desagregados por sexo (que pudiera sustentar en términos más objetivos tales opiniones); y todavía constituyen una minoría los que tienen sistemas más elaborados de evaluación del desempeño y la productividad de sus trabajadores y trabajadoras. La percepción empresarial sobre el desempeño laboral de hombres y mujeres, y las imágenes que se configuran a partir de esas percepciones, muchas veces se construyen por comparación, cuando no por oposición. Esto es, las mujeres son evaluadas a partir de criterios de “más” o “menos”, “con” o “sin” determinadas calidades y atributos: más o menos caras, más o menos productivas, más o menos eficientes, más o menos comprometidas con el trabajo, con o sin capacidad de mando y decisión
- Castillo, Juan José. “El absentismo laboral de la mujer: el fin de un mito”. En: Juan José Castillo. El trabajo del sociólogo. Editorial Complutense. Madrid. 1994.
3. Los econflictos existentes sobre los hombres y mujeres en el trabajo constituyen un actor importante en la persistencia y reproducción de las distintas formas de discriminación que afectan a las mujeres en América Latina. A pesar de la mejoría registrada en la región en una serie de indicadores relativos a la inserción laboral femenina, entre ellos la reducción de algunas de las brechas de equidad con relación a los hombres, dichos estereotipos, o imágenes de género, que en general tienden a desvalorizar a la mujer como trabajadora, continúan teniendo una presencia importante. Entre los estereotipos de mayor incidencia y persistencia, resaltan aquel que sostiene que los costos asociados a la contratación femenina son superiores a los costos de la mano de obra masculina, a pesar de que sus remuneraciones son en promedio inferiores. Es muy común la idea de que las diferencias de remuneración de las mujeres respecto de los hombres serían el resultado de la necesidad de compensar los mayores costos que las empresas deberían enfrentar para contratarlas y que se originarían en normas protectoras especiales contempladas en la legislación laboral, referidas principalmente a la maternidad y al cuidado infantil (licencia maternidad, horario especial para la lactancia, protección contra el despido, disponibilidad de guarderías infantiles y permisos para el cuidado de los hijos enfermos). Otros problemas, relacionados con las responsabilidades domésticas y familiares, que todavía son asumidas casi exclusivamente por las mujeres, son considerados también factores adicionales de costos: entre ellos, una supuesta mayor tasa de ausentismo de la mujer y menor disponibilidad que el hombre para trabajar horas extras o en turnos, viajar o capacitarse.
- Celade. América Latina: Población por años calendario y edades simples, 1995-2000, EN Boletín Demográfico Nº 66 (Santiago, CELADE). Disponible en: http://www.facso.uchile.cl/observa/dinamica%20demografica.pdf
2.- La percepción del empresariado sobre el desempeño laboral de los hombres y las mujeres —y, en especial, sobre sus supuestas diferencias de productividad y costos— incide de manera importante en las posibilidades de acceso al empleo de unos y otras, y en sus condiciones de trabajo. Y en el caso de las mujeres, esa percepción es, en muchos aspectos, poco favorable a su inserción laboral.En general los empresarios no cuentan con ningún sistema de medición de costos laborales desagregados por sexo (que pudiera sustentar en términos más objetivos tales opiniones); y todavía constituyen una minoría los que tienen sistemas más elaborados de evaluación del desempeño y la productividad de sus trabajadores y trabajadoras. La percepción empresarial sobre el desempeño laboral de hombres y mujeres, y las imágenes que se configuran a partir de esas percepciones, muchas veces se construyen por comparación, cuando no por oposición. Esto es, las mujeres son evaluadas a partir de criterios de “más” o “menos”, “con” o “sin” determinadas calidades y atributos: más o menos caras, más o menos productivas, más o menos eficientes, más o menos comprometidas con el trabajo, con o sin capacidad de mando y decisión
- Castillo, Juan José. “El absentismo laboral de la mujer: el fin de un mito”. En: Juan José Castillo. El trabajo del sociólogo. Editorial Complutense. Madrid. 1994.
3. Los econflictos existentes sobre los hombres y mujeres en el trabajo constituyen un actor importante en la persistencia y reproducción de las distintas formas de discriminación que afectan a las mujeres en América Latina. A pesar de la mejoría registrada en la región en una serie de indicadores relativos a la inserción laboral femenina, entre ellos la reducción de algunas de las brechas de equidad con relación a los hombres, dichos estereotipos, o imágenes de género, que en general tienden a desvalorizar a la mujer como trabajadora, continúan teniendo una presencia importante. Entre los estereotipos de mayor incidencia y persistencia, resaltan aquel que sostiene que los costos asociados a la contratación femenina son superiores a los costos de la mano de obra masculina, a pesar de que sus remuneraciones son en promedio inferiores. Es muy común la idea de que las diferencias de remuneración de las mujeres respecto de los hombres serían el resultado de la necesidad de compensar los mayores costos que las empresas deberían enfrentar para contratarlas y que se originarían en normas protectoras especiales contempladas en la legislación laboral, referidas principalmente a la maternidad y al cuidado infantil (licencia maternidad, horario especial para la lactancia, protección contra el despido, disponibilidad de guarderías infantiles y permisos para el cuidado de los hijos enfermos). Otros problemas, relacionados con las responsabilidades domésticas y familiares, que todavía son asumidas casi exclusivamente por las mujeres, son considerados también factores adicionales de costos: entre ellos, una supuesta mayor tasa de ausentismo de la mujer y menor disponibilidad que el hombre para trabajar horas extras o en turnos, viajar o capacitarse.
- Celade. América Latina: Población por años calendario y edades simples, 1995-2000, EN Boletín Demográfico Nº 66 (Santiago, CELADE). Disponible en: http://www.facso.uchile.cl/observa/dinamica%20demografica.pdf
4.-Techo de Cristal.
1.- El concepto de “techo de cristal” ha sido descrito recientemente
por algunas estudiosas de la sociología y la economía referido al trabajo
femenino, particularmente en los países anglosajones, que hacia mediados de los
80 del siglo pasado se preguntaron por qué las mujeres estaban
sub-representadas en los puestos más altos de todas las jerarquías
ocupacionales (Holloway, 1993; Davidson y Cooper, 1992; Morrison, 1992;
Carr-Rufino, 1991; Lynn Martin,1991).
Esta inquietud surgía al analizar la carrera laboral de mujeres que habían
tenido altas calificaciones en sus trabajos gracias a su formación educativa de
nivel superior. Sin embargo, su experiencia laboral indicaba que en determinado
momento de sus carreras se encontraban con esa superficie superior invisible
llamada “techo de cristal”, que les implicaba una detención en sus trabajos.
- - Burin, Mabel, Las “fronteras de cristal” en
la carrera laboral de las mujeres. Género, subjetividad y globalización. EN Anuario
de Psicología. Uces Buenos Aires, 2008, V 39 N° 01(75-86) Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/anuariopsicologia/article/viewFile/99355/159762
2.-
Se denomina así a una superficie superior invisible en la carrera laboral de
las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter
de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni
dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las
mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros
rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.
- - Burin, Mabel, Las “fronteras de cristal” en
la carrera laboral de las mujeres. Género, subjetividad y globalización. EN
Anuario de Psicología. Uces Buenos Aires, 2008, V 39 N° 01(80- 85). Disponible
en: http://www.raco.cat/index.php/anuariopsicologia/article/viewFile/99355/159762
3.-
Un concepto que a nivel de estudios de género se ha acuñado es el de techo de
cristal, el cual impide a las mujeres pasar a un nivel mayor, tiene que ver con
fenómenos de las mismas empresas y con la repartición del poder: las mujeres
ascienden hasta cierto nivel, pero de la subdirección no pasan, los directivos
son hombres y esto tiene dos causas: que la propia empresa no les da
responsabilidades mayores con el pretexto de ser más emocionales, o tienen
hijos y anteponen la familia o el matrimonio o el hogar al trabajo”. La otra
causa se puede adjudicar a que la mujer “vive con culpa porque descuida áreas
que al hombre no le significan problemas como; si sus hijos se sienten
abandonados y no hace la tarea con ellos, aunque tenga quien le resuelva el
asunto (niñera, cocinera…) tiene la carga de no contribuir a la estabilidad
emocional de los hijos, o descuida a la pareja o, incluso, que va a ganar más
que el marido, preocupaciones que nunca pasan por los hombres.
-
Azarte Campos, Fabiola Nayelly.
-
La mujer y el techo de Cristal. En Ciencia
y Desarrollo. Conacyt , V20 N° 01(70-85)
5.- Oportunidades laborales
para las mujeres.
La noción de “trabajo decente” expresa una de
las más importantes aspiraciones de los trabajadores y trabajadoras en todo el
mundo: contar con un empleo productivo, justamente remunerado y en condiciones
de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana. La OIT, señala
que en el concepto de trabajo decente la palabra “trabajo” debe ser entendida
en un sentido muy amplio, pues no sólo alude al trabajo dependiente o
subordinado sino también, abarca el autoempleo, el trabajo a domicilio, el
desarrollo de tareas domésticas –como la cocina o la limpieza-, y toda la gama
de labores que se desarrollan en cualquier sector de actividad y también en la
economía informal. En tanto, la palabra “decente” se refiere al cumplimiento de
ciertos estándares que hacen que las personas se realicen dignamente mediante
el trabajo y valoren positivamente su ocupación.
Generalmente, la valoración de un trabajo como
decente se define a partir de cuatro dimensiones: i) el hecho mismo de que
hayan empleos productivos y empresas sostenibles; ii) que en los empleos se
respeten y apliquen los derechos fundamentales del trabajo y las normas
laborales; iii) que se trabaje en condiciones seguras y con protección social;
y, iv) que se acceda a mecanismos de representación y de diálogo.
-
Abramo, Laís; Valenzuela, Maria Elena; y
Pollack, Molly. Equidad de género en el mundo del trabajo en América Latina:
Avances y desafíos 5 años después de Beijing. OIT, Santiago, 2000.
2. La OIT considera que tener un empleo u
ocupación productiva que permita satisfacer a las personas sus necesidades, así
como realizar sus expectativas es uno de los componentes esenciales del
concepto de trabajo decente, pues el desempleo, subempleo o la informalidad
impiden que los trabajadores y trabajadoras satisfagan sus necesidades y
expectativas profesionales. Ante esta evidencia, es indispensable que los
gobiernos implementen políticas con las que aseguren empleos sostenibles, con
ingresos suficientes y oportunidades de formación y desarrollo profesional.
-
Egger,
Philippe y Sengenberger, Werner: Problemas y políticas del Trabajo Decente.
Boletín OIT/ Cinterfor; N° 151. Montevideo, 2001; p. 58.
3. Las oportunidades laborales para las mujeres
enfrentan problemas particulares para acceder a un empleo y para mantenerlo.
Entre muchas razones, la segregación ocupacional, la asunción exclusiva de las
responsabilidades familiares y las limitadas oportunidades de formación
profesional que tienen, colocan a las mujeres en un mayor grado de
vulnerabilidad frente a los hombres, situación que muchas veces no es tomada en
cuenta al momento de formular y aplicar una política activa de empleo, las cuales
pueden —sin proponérselo—agudizar las desigualdades existentes y hacerlas más
complejas de abordar posteriormente.
-
Chacón,
Picado; Walter Mendoza De Souza y Fabián Durán Valverde. Viabilidad de las pensiones
no contributivas en el Perú. Proyecciones demográficas y financieras. Lima:
Oficina Subregional de la Oficina Internacional del Trabajo para los países
andinos - Fondo de Población de las Naciones Unidas, Lima, 2006.
VARIABLE:
Inserción De Las Mujeres en el Periodismo Deportivo.
Inserción De Las Mujeres en el Periodismo Deportivo.
6.- Prejuicios.
1. En un sentido coloquial, un prejuicio es un juicio de
previo, formulado antes del conocimiento adecuado o cabal de una cosa. Se supone
que se trata de alguna idea, algún sentimiento o de alguna creencia que forma
un juicio antes del juicio, es decir que determinan el juicio que se formulan. En
la mayoría de los casos los prejuicios son advertidos por los juzgantes. Hans
Georg Gadamer, máximo exponente de la filosofía hermenéutica define el prejuicio
de este modo: “En sí mismo el prejuicio quiere decir un juicio que se forma
antes de la validación definitiva de todos los momentos objetivamente
determinantes.”
- Martínez, Julio L. Exclusión Social y Discapacidad: Genealogía
del Prejuicio: Perspectiva filosófica. Editorial Gráfica Galán de Villa del
Rio. Córdoba – España. 2da Edición. Pag 171.
2. Actitudes y opiniones, por lo regular negativas, respecto de los miembros de un grupo. Son la evaluación de alguien basada únicamente en su raza, sexo, religión o a que forma parte de otro grupo.
2. Actitudes y opiniones, por lo regular negativas, respecto de los miembros de un grupo. Son la evaluación de alguien basada únicamente en su raza, sexo, religión o a que forma parte de otro grupo.
- - Worchel,
Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage
Learning. Primera Edición traducida. España. Pag 194.
3. Un prejuicio social es una
predisposición negativa que una persona desarrolla hacia un grupo de
individuos, producto de la aceptación sin evidencias de un estereotipo sobre
ese grupo. Por ejemplo, el prejuicio de que "todos los judíos son
avaros", que influirá en la conducta futura de su portador ante cada
encuentro con un judío, del cual esperará avaricia. Estas predisposiciones, que
albergamos consciente o inconscientemente, pueden tener su origen en una
falacia de generalización, una información incompleta o sesgada o presentar ciertas características de personas
o grupos como esenciales, cuando en realidad son existenciales.
- Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pag 204.
7 7.- Periodismo
Deportivo
1.
El
periodismo deportivo, como clase de actividad que en los últimos años se ha
convertido posiblemente, en el más atractivo de cuantos forman el espectro de
la información periodística especializada, pero, incomprensiblemente, dejado de
lado en los estudios que se imparten en la facultades y escuelas de
Comunicación Social.
- - Eichberg,
Hennings (1997) “Deporte, Cultura y Buenas Historias. La antigua resistencia de
la sociedad civil”. Ponencia del Seminario Internacional de Prensa “Deporte,
Medios y Sociedad Civil” Vingted, Dinamarca 1997.
2. Es
el que recolecta información sobre los acontecimientos deportivos locales,
nacionales y o internacionales; muestra las novedades que se relacionan con las
diferentes disciplinas deportivas. El periodismo nos permite informar y el
deporte necesita ser informado entre otras cosas porque éste, en sus diferentes
manifestaciones, constituye un eficaz medio educativo que permite encausar no
solamente aptitudes y habilidades, sino fundamentalmente importantes valores
sociales de convivencia, solidaridad y san competencia. Esta forma de
periodismo es especializado, referencia al periodismo deportivo es necesario
tener una visión concerniente al deporte entendido. Como toda aquella actividad
que se caracteriza por tener un conjunto de reglas asociadas a la
competitividad, por lo general debe estar institucionalizado (federaciones,
clubes) y requerir competición con uno mismo o con los demás.
El profesor Alcoba en su libro “Periodismo deportivo” habla de una serie de fases para explicar el desarrollo informativo del deporte. En una primera fase señala el descubrimiento, de forma casual, del juego. Esa primera persona al sentirse orgullosa de su descubrimiento decide trasladarlo a sus allegados, juego a la categoría de competición. En ese proceso primario se produce un tipo de comunicación atrayente para el clan y la tribu.
El profesor Alcoba en su libro “Periodismo deportivo” habla de una serie de fases para explicar el desarrollo informativo del deporte. En una primera fase señala el descubrimiento, de forma casual, del juego. Esa primera persona al sentirse orgullosa de su descubrimiento decide trasladarlo a sus allegados, juego a la categoría de competición. En ese proceso primario se produce un tipo de comunicación atrayente para el clan y la tribu.
- - Barbero
González, José Ignacio (1991) “Sociología del deporte. Configuración de un
campo”. Revista de Educación Nro. 295.
3. Según
las definiciones de prensa y publicación periódica recogidas por Martínez de
Sousa (1992) se entiende por prensa: “los periódicos impresos editados en un
país, una ciudad..., publicados en series continuadas y bajo un mismo título,
de periodicidad regular o irregular inferior a un año, ofrecidos al público
(mediante venta o gratuitamente), con fecha y numeración de los ejemplares”.
Sin embargo, se advierte y se es consciente de lo anticuado que puede resultar
hoy hablar de los periódicos impresos sin mencionar la nueva concepción del
relato periodístico. Un discurso con un nuevo foco de atención: el universo
digital. Una imparable red de información cuyo principio básico es la
inmediatez y la multidifusión. A nadie le extraña hoy hablar de periódicos
digitales. Diferentes autores se centran en las definiciones de prensa
especializada y periodismo especializado (Martínez Albertos, 1983; Paniagua,
2003; Fernández del Moral, 2004; Esteve y Fernández del Moral, 2007). Sin
embargo, los periódicos deportivos se consideran prensa especializada pero dirigida
a un público generalista. Para Antonio Alcoba (2005:157):
La prensa específicamente
deportiva debe competir con los diarios de información general, la radio y la
televisión, conociendo sus limitaciones para enfrentarse, como negocio, a los
restantes medios de comunicación. La prensa de información general ofrece
tratamientos de todos los temas, incluido el deporte, y por esta característica
posee una gran ventaja: el interés de los clientes, traducido en más venta y
mayor atractivo para la publicidad.
-
ALCOBA,
A. (1999). La prensa deportiva: tratamiento inédito sobre el
género específico del
deporte, y cómo hacer una
publicación deportiva ideal.
Madrid: Instituto Universitario Olímpico de Ciencias del Deporte.
8.- Libertad
de Expresión
1.
La UNESCO promueve la libertad de expresión y la libertad de prensa como
derechos humanos fundamentales, mediante actividades de sensibilización y seguimiento.
Fomenta asimismo la independencia y el pluralismo de los medios, como
condiciones indispensables y factores básicos de la democratización, prestando
servicios de asesoramiento sobre la legislación de los medios y creando
conciencia entre los gobiernos, los parlamentarios y otros encargados de la
toma de decisiones.
- Unesco. Libertad de Expresión. EN Comunicación e
Información. Disponible en: http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/freedom-of-expression/
2. Los fundamentos de la
libertad de expresión han sido elaborados desde diversas perspectivas y
enfoques, que resaltan la importancia de la difusión de ideas e informaciones
para el desarrollo del ser humano y su autonomía individual, el fortalecimiento
de la democracia, la formación de una opinión pública libre, la garantía de
otros derechos fundamentales, como el derecho a la igualdad, y la creación de
un libre mercado de ideas. Las obras Areopagítica de John Milton (1644)1 y Sobre la libertad de John Stuart Mill (1859)2,
constituyen dos importantes antecedentes históricos relacionados con los
fundamentos de la libertad de expresión. Aunque se encuentran separadas por cerca
de doscientos años, ambas demuestran un nivel de consenso permanente en el
tiempo en torno a los fundamentos de este derecho fundamental.
-
Eguiguren
Praeli, Francisco. La libertad de expresión e información y el derecho a la
intimidad personal. Su desarrollo actual y sus conflictos. Lima: Palestra.2004.
3. La libertad de expresión ha
sido reconocida como un derecho fundamental, es decir, como un derecho esencial
para el desarrollo del ser humano como tal y en colectividad. En atención a
esta característica, se han desarrollado a su favor un conjunto de medidas
orientadas a su respeto y garantía, como su reconocimiento en los textos
constitucionales, su reconocimiento en los instrumentos internacionales de
derechos humanos, el cumplimiento de determinadas obligaciones específicas por
parte del Estado, así como el establecimiento de mecanismos que permitan su
protección judicial rápida y efectiva.
-
Gavara
de Cara, Juan Carlos Derechos fundamental y desarrollo legislativo: la
garantía del contenido esencial delos derechos fundamentales en la Ley
Fundamental de Bonn.
Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.
9 Estereotipos.
9 Estereotipos.
1. Un estereotipo es una imagen o
idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad, que presenta un carácter
inmutable. En sus orígenes, la palabra nombraba a una impresión tomada de un
molde de plomo que se utilizaba en la imprenta en lugar del tipo original. Esta
aplicación terminó convirtiéndose en una metáfora respecto a un conjunto de
ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro sin cambios.
- Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pad 194.
2- Los estereotipos son creencias mantenidas de individuos o grupos sobre grupos o individuos, creadas y compartidas. Generalizaciones inexactas y mantenidas sin una base adecuada. Formas erróneas de pensamiento que no coinciden con la realidad.
- Worchel, Stephen; Cooper, Joel y otros. Psicología Social. Editorial Cengage Learning. Primera Edición traducida. España. Pad 194.
2- Los estereotipos son creencias mantenidas de individuos o grupos sobre grupos o individuos, creadas y compartidas. Generalizaciones inexactas y mantenidas sin una base adecuada. Formas erróneas de pensamiento que no coinciden con la realidad.
Es también la tendencia a
atribuir características generalizadas y simplificadas a grupos de personas en
forma de etiquetas verbales. Los estereotipos se consideran el componente
cognitivo de una actitud particular y se elaboran a partir de mecanismos
cognitivos que simplifican la realidad, por razones de economía del esfuerzo
mental y por ello presentan el peligro de la distorsión. El estereotipo como
creencia puede llevar al prejuicio como actitud y puede producir discriminación
como comportamiento.
- -Vinacke,
W. E. (1949). The judgment of facial expressions by three national-racial groups
in Hawaii: I. Caucasian faces. Journal of Personality, 17, 407–429.
-
3. Estereotipo
es el conjunto de creencias mantenidas por un individuo en relación con un
grupo social.
Atendiendo a los puntos de desacuerdo más frecuentes con esta definición destacan:
- ver los estereotipos como algo negativo o erróneo.
- si debe incluir en la definición el carácter compartido.
- características o rasgos que se incluyen en el estereotipo.
Ashmore y boca (1981), indican que en lo que sí están de acuerdo los
diversos autores es en considerar que los estereotipos son constructos
cognitivos que hacen referencia a los atributos personales de un grupo social y
en que, aunque éstos sean más frecuentemente rasgos de personalidad, no son,
desde luego, los únicos.
- Ashmore,
R.D. y Del Boca, F.K. (1981). Conceptual approaches to stereotypes and stereotyìng.
En Hamilton, D.L. (ed.), Cognitive processes in stereotyping and intergroup
behavior, Hillsdale, NJ: Erlbaum.
10.-
Lenguaje del Periodismo Deportivo.
1.
El redactor deportivo dispone de una relativa libertad para la elección de su
vocabulario y el uso de figuras literarias o metáforas, como el crítico teatral
o musical. Pero su obligación es dejarse entender ante todo por sus lectores, como
cualquier buen periodista. Algunas razones principales que otorgan esa libertad
al periodista deportivo son: El factor conflictivo, que es un elemento básico
en toda competición deportiva, requiere de un vocabulario activo y dinámico: Cada
uno de los lectores del redactor deportivo, fanático o no, se sienten tan
familiarizados con el deporte como con la jerga de esta especialidad, lo que
permite su frecuente uso. A diferencia de otros redactores que sólo pueden
escribir un tema de su especialidad cuando ocurre un hecho concreto, el
redactor deportivo debe entregar todos los días cuando menos, un texto, haya o no
algún hecho o actividad deportiva, lo que le otorga una mayor apertura para su
creatividad. Cuando se debe publicar en una misma página las referencias de
varias contiendas deportivas, resultaría tedioso que todos los textos fueran
similares. Peor aún, con la creciente competencia de otros medios impresos involucrados
en el mismo problema. Los diarios, en particular, tiene la inevitable necesidad
de enfocar, tratar y profundizar los temas deportivos ya difundidos el día
anterior por la radio y televisión, de una manera más original. Pero estas
razones tampoco otorgan, insistimos, facultad al periodista deportivo para el
uso de un lenguaje retorcido o excesivamente especializados. El público siempre
preferiría aquello que pueda leer de buen gusto pero de una manera fácil,
rápida y comprensible sin llegar a la vulgaridad.
- Quiroga,
Sergio Ricardo (1998) “Medios y Educación en el Deporte para Todos” Ponencia (España)
Noviembre de 1998. CD BOOKS Marzo 1999.
2. El lenguaje que se emplea en el periodismo deportivo llega a ser muy diverso. Tenemos que hacer llegar a nuestros oyentes todo aquello que no pueden ver y nuestras voces serán sus ojos, de este modo, el vocabulario que se debe poseer debe ser amplio, rico y dinámico, para que todos puedan llegar a entender lo que queremos hacer sentirles. De este modo podremos capta y atraer a todo tipo de fieles y ganar audiencia, que es lo que de verdad importa.
2. El lenguaje que se emplea en el periodismo deportivo llega a ser muy diverso. Tenemos que hacer llegar a nuestros oyentes todo aquello que no pueden ver y nuestras voces serán sus ojos, de este modo, el vocabulario que se debe poseer debe ser amplio, rico y dinámico, para que todos puedan llegar a entender lo que queremos hacer sentirles. De este modo podremos capta y atraer a todo tipo de fieles y ganar audiencia, que es lo que de verdad importa.
El empleo de extranjerismos, tecnicismos,
buscan sinónimos para romper con la monotonía. Se generan expresiones para
todos los gustos sociales.
Lo más importante es captar la atención. Su
finalidad es conseguir informar, formar y entretener.
Este lenguaje ha sufrido muchas adversidades
y acusaciones de no poseer un vocabulario correcto y no seguir las normas que
se reflejan en el diccionario.
Pero los tiempos han cambiado. El periodismo
deportivo ha sido introducido en las universidades de este modo podremos
obtener un manejo del lenguaje deportivo.
Aún así, se le acusa de subjetividad,
opinión, extranjerismos, entre otras.
- Néstor Hernández, Alonso. El Mundo
Deportivo: Libro de estilo de El Mundo Deportivo.Editorial Visión. Barcelona 1995. pag 64.
3. El lenguaje, como herramienta
versátil que permite la comunicación entre los hablantes, nos muestra su gran
variedad y adaptabilidad a registros, situaciones y condiciones del emisor y el
receptor. La suma de estos factores modifica el lenguaje que, gracias a su
ductilidad, cumple su función y además cambia camaleónicamente según las
circunstancias, mostrándonos multitud de rasgos y características. Cada campo
profesional o del saber se caracteriza por un uso propio y particular del
lenguaje. En este artículo hablaremos sobre el lenguaje del periodismo
deportivo en España, un ámbito extenso pero concreto y cuyos rasgos
lingüísticos son a menudo objeto de estudio por parte de especialistas.
El lenguaje utilizado en el
periodismo deportivo puede ser considerado una jerga; sin embargo, a diferencia
de la mayoría de jergas, no es su intención en absoluto ser incompresible para
el receptor, sino todo lo contrario: aunque este lenguaje pueda parecer ser
críptico para el receptor no avezado, su intención es que sea comprendido de
forma perfecta. A pesar de ello, dentro del lenguaje periodístico deportivo
encontramos rasgos semánticos o retóricos cuya comprensión es más fácil,
mientras que la de otros es más complicada. Si analizamos a grandes rasgos el
léxico del lenguaje periodístico deportivo, encontramos multitud de expresiones
relacionadas con dos grandes ámbitos: el ámbito épico-bélico y el ámbito
lírico.
-
Pinasco, I. y Casareto, E. “Futbol
como agente de desarrollo”. En ¿Por qué
amamos el futbol? Un enfoque de
política pública. México, 2008. Editorial Miguel Ángel Porrúa.
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